TIC y Educación en España


Hace mucho que no escribo en este blog; me falta tiempo la verdad pero hoy en el día del Padre después de leer un Tweet de @blocdeesbozos he decidido escribir algo sobre las TIC y la educación en España.

Empiezo a estar un poco harto de afirmaciones como “Sólo una enseñanza pública de calidad garantiza la igualdad” muy manidas en los últimos tiempos. Efectivamente toda persona ha de poder tener acceso a una educación independientemente de la situación económica de sus padres, pero eso no quiere decir que sea de calidad. No confundamos la defensa de lo público con la defensa de los privilegios de los funcionarios públicos.

O es de calidad, pregunto, que una persona que simplemente aprobó un examen u oposición, que le da unos derechos casi vitalicios, forme a niños en Biología siendo por ejemplo licenciado en Ciencias Políticas. Es de calidad, pregunto, que un gran volumen, el 40%, de funcionarios que se dedican a la educación por tener simplemente un puesto de trabajo asegurado (derrochando nula vocación e ilusión a en su desempeño) en pleno siglo XXI asegure que no emplea las TIC, principalmente por falta de formación, ¿No tienen tiempo para formarse en su apretada agenda de trabajo? ¿O no tienen ganas? Creo que más bien lo segundo.


Mientras permitamos que formen a nuestros hijos este tipo de personas, las cuales no podemos sustituir por muy nulas que sean en su trabajo (son funcionarios), las cosas en este país irán mal. La sociedad necesita profesionales en la formación dinámicos, con liderazgo y capacidades de aprendizaje, creativos y capaces de proponer soluciones con los medios disponibles.



Hay que revisar el proceso de reclutamiento de los profesores, hacerlo más estricto y desplegar un conjunto de procedimientos orientados a atraer al personal potencialmente calificado para ocupar esta vital función en la sociedad.  Además hay que hacer una constante revisión del desempeño de los funcionarios actuales, con estrictos controles que garanticen el cese en sus funciones (a pesar de que sean funcionarios) de personas no adecuadas para la formación de nuestros hijos.

Por ejemplo el 5% del profesorado asegura que no están interesados en aplicar las TIC en ningún caso, mayoritariamente por motivos de edad (41%) o porque  no confían en que sirvan a los alumnos  (15%). Para mi estas personas, han ser formadas para mejorar su aptitud, pero si persisten en su actitud debieran ser cesadas. Seguramente entre más de los 5 millones de parados habrá personas mucho más validas para formar a las futuras generaciones.

Nos jugamos el futuro del país, así de claro y sencillo. La verdad es la que es, por mucho que nos duela o pensemos diferente.  Por este motivo aplaudo desde aquí iniciativas como la de La Generalitat Valencia que regulará que las vacaciones de verano de los docentes del sistema educativo valenciano sean del 1 al 31 de agosto, ampliando el calendario lectivo de los alumnos y flexibilizando el horario de las clases para favorecer la conciliación familiar y laboral. Espero que se extienda al resto de comunidades. 

Era de la desinformación y cuenta cuentos.



En su momento al periodismo se le llamó el Cuarto Poder en alusión a la extraordinaria influencia que ejercía en la sociedad y el respeto que de la misma recibía.

Este respeto alcanzó su cima durante la década de 1970 cuando los periodistas de Washington Post siguieron la pista de un robo en un edificio de oficinas de Watergate, sin saberlo la pista les llevó hasta la misma Casa Blanca y la renuncia del presidente Richard Nixon. Más información aquí.

Desgraciadamente casi tres décadas después, la situación ha cambiado. El periodismo de investigación ha desaparecido, quizás hasta se podría decir que ha desaparecido el periodismo.

La concentración de la propiedad de los medios de información en grupos de poder ligados a grupos económicos y políticos y el apremio por un sensacionalismo ha acabado o están acabando con el periodismo.

Ingenuos nosotros pensamos que vivimos en la sociedad de la información pero a mi juicio estamos en la era de la desinformación. Los grupos de poder ligados a grupos económicos y políticos incapaces de frenar por Internet el acceso a noticias por parte de los ciudadanos han cambiado de estrategia; ahora lo mejor es saturar a las unidades de consumo (antes llamados ciudadanos) de elementos contradictorios para generarle una fatal confusión. Divide y vencerás.

Así vemos por ejemplo telediarios (yo ya ni los veo) en los cuales se inundan las informaciones esenciales con un diluvio de noticias insignificantes difundidas de forma generalizada por un grupo editorial. En el fondo es un nueva censura que aparenta pluralidad y democracia.

La prensa ya no es digna de confianza a los ojos del público y actitudes como la fotografía adjunta tienen la culpa. Ya no son periodistas son cuenta cuentos. El nuevo ecosistema comunicativo obligaría al periodismo a asumir un nuevo rol para lograr el respeto y confianza de una sociedad desinformada. Son incapaces de asumir ese rol han asumido el de cuenta cuentos.

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